Aquel que un día tuvo un sueño, señaló el horizonte y no dudó en ir a buscarlo.
Aquel a quien nada ni nadie pudo hacerle creer que no era posible.
Aquel que, a base de esfuerzo, lucha incansable y sacrificios, conquistó otras lenguas, otras patrias y tantos corazones.
Aquel quien me hizo creer que era una princesa.
Aquel quien me enseñó que una persona no vale por lo que tiene sino por lo que es, pero que también es importante ahorrar para imprevistos (esto último no lo aprendí muy bien).
Aquel que siempre fue más feliz entre las nubes que con los pies en la tierra.
Aquel quien inspira mis aventuras. Quien es la causa y razón de mis pies inquietos, y de mi amor por los animales.
Aquel en quien pienso cuando la duda o el miedo me quieren frenar.
Aquel quien siempre será la medida de los amores.
Aquel a quien nunca voy a dejar de necesitar.
Y aquel, quien para mí, simplemente fue mi papá.
¡Feliz cumpleaños negro! Te pienso, te extraño... siempre.